Líder opositor cumple promesa y se entrega a la justicia tras encabezar protesta

CARACAS.- El dirigente opositor venezolano Leopoldo López se entregó hoy a miembros de la Guardia Nacional (policía militarizada) que lo introdujeron en un vehículo ante el rechazo de sus seguidores, que gritaron consignas de apoyo en el momento del arresto.

López, contra el que pesa una orden de captura por los incidentes del pasado miércoles al término de una marcha que dejaron tres muertos, había señalado momentos antes que se iba a entregar a una «justicia injusta» y una «justicia corrupta» pero aseguró que no iba a ir a la clandestinidad ni a marcharse del país.

El dirigente, cuyo paradero se desconocía desde hacía una semana, apareció en torno al mediodía en la Plaza Brión, en el sector opositor de Chacaito, lanzó un breve discurso ante sus seguidores y se entregó a los guardias, que lo escoltaron hasta subirlo a un camión de esa unidad en medio de un gran alboroto y cobertura mediática.

«Me presento ante la justicia injusta, ante una justicia corrupta», expresó López, que apareció vestido de blanco y con la bandera de Venezuela subido en una estatua de José Martí, mientras miles de sus simpatizantes estallaron de júbilo al verlo.

Momentos después de hablar a sus seguidores y de pedirles que se retiraran de forma pacífica, se dirigió hacia los guardias nacionales con una flor blanca en la mano izquierda y la bandera venezolana en la derecha.

Con el rostro tranquilo, caminó escoltado y abordó un vehículo de la Guardia Nacional Bolivariana, que estaba rodeado por cientos de personas que obstaculizaban su paso. Desde su interior el mismo López, mediante los altavoces del vehículo, llamó a la multitud a mantener la calma.

«¡Libertad, libertad!» y «Va a caer, y va a caer, este gobierno por corrupto va a caer!», gritaban los manifestantes.

«Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, para que Venezuela despierte definitivamente y que la mayoría de venezolanos y venezolanas que queremos cambio podamos construir ese cambio en paz y en democracia (…) valdrá la pena mi encarcelamiento infame», señaló el opositor previo a entregarse.

El dirigente, un joven economista educado en Harvard actualmente inhabilitado por la justicia venezolana para ejercer cargos públicos, aseguró que nunca se va a ir de Venezuela y llamó a construir una salida pacífica «a este desastre», en un país que enfrenta una crisis económica con una inflación de 56,3% y una aguda escasez de alimentos y productos básicos.

La justicia venezolana emitió una orden de captura contra López al acusarlo de ser responsable de la muerte de tres manifestantes el pasado miércoles durante enfrentamientos callejeros que se desataron tras una marcha estuduiantil y de opositores, la mayor que se ha registrado desde que Maduro asumió el poder en abril de 2013.

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