Los recursos económicos que Chile se juega en La Haya

Los 38.554 kilómetros cuadrados de dominio marítimo que reclama Perú en La Haya hoy son navegados por pescadores artesanales e industriales chilenos. Son ellos hoy los directos beneficiarios de las 12 millas de mar territorial y las 200 millas de zona económica exclusiva que nacen en el paralelo que fija la frontera marítima. Pero Perú pretende cambiar esa línea, y para ello pidió a la Corte Internacional de La Haya que imponga una línea equidistante como límite entre ambos países . El tribunal se pronuncia el 27 de enero. Ese día, los pesqueros chilenos sabrán si, a futuro, podrán pescar donde hasta ahora lo hacen.

La Cancillería no ha cuantificado los derechos económicos asociados al mar en disputa de manera oficial. Pero sí tiene cifras que ha expuesto en privado, utilizando información que en los últimos años le proporcionaron las pesqueras, dice un ejecutivo del sector. Esos mismos datos le permiten limitar los efectos potenciales de un dictamen adverso.

Las cifras hablan de la siguiente manera: un 94% de los recursos pesqueros de la zona corresponde a anchoveta, empleada principalmente para producir harina y aceite de pescado. Pero un 58% del total se captura en las primeras 10 millas, territorio marítimo que el gobierno cree que difícilmente el tribunal cederá a las pretensiones peruanas. El 42% restante, en cambio, se genera hasta las 40 millas mar adentro y eso es lo que estaría en riesgo. Después de ese límite, y hasta las 200 millas de la zona económica exclusiva, casi no hay anchoveta, dada la profundidad que alcanza el fondo marino, que llega hasta los 7.000 metros. Aquello, sin embargo, abre otra inquietud, más allá de la pesca: ¿Hay otro tipo de recursos en el suelo marino que Perú reclama? Difícil saberlo, dicen en el Ejecutivo, porque no se han hecho exploraciones en esa zona. Brasil descubrió en años recientes reservas de hidrocarburos en aguas oceánicas a profundidades de entre 5.000 y 7.000 metros. Chile está lejos de realizar esos sondajes.

Pero en lo que hay certidumbre es en que el recurso pesquero, además de la soberanía, es lo que se disputa.Los pescadores artesanales -principales recolectores de las 10 primeras millas marítimas- entienden que su futuro está en juego, por la eventual pérdida de mar territorial, un triángulo pequeño rico en peces. “A una milla de la costa se junta en su forma máxima un inmenso cardumen, es decir, está el mayor volumen de los recursos. Está el 90% de lo que pescamos anualmente. Claramente, el tema nos afecta”, dice Alberto Olivares, presidente de los pescadores tripulantes del sector artesanal. En Arica, agrega Olivares, se genera el 33% de la pesca artesanal a nivel nacional.

“La gran parte de los recursos está dentro de las primeras 10 millas del triángulo en disputa”, ratifica un ex ejecutivo ligado al sector.

El viernes, el ministro de Economía, Félix de Vicente, admitió que parte importante de la pesca de anchoveta se produce cerca del borde costero, pero no quiso cuantificar el efecto del fallo. “Creo que es imprudente hablar de cifras mientras no conozcamos el fallo. Y una vez conocido el dictamen, se evaluarán los valores que pueden estar en la captura pesquera que hay en esa zona”, agregó.

De hecho, para cuantificar efectos, la gran industria ya se ha reunido con las autoridades de gobierno. Arturo Natho, gerente general de Corpesca; Manuel Bezanilla, director de Corpesca; y el presidente de Sonapesca, Rodrigo Sarquis, se juntaron esta semana, en Santiago, con el canciller Alfredo Moreno y representantes de la Subsecretaría de Pesca. En la oportunidad, trascendió, la autoridad solicitó esclarecer el impacto económico que tendrá el sector si se cambian los límites marítimos. La cifra debería estar definida en el transcurso de esta semana. El grupo Angelini, controlador de Corpesca, ha estimado que el 80% de la pesca de Arica se produce en el triángulo en disputa y que arriesga el 30% del negocio de su empresa. Natho dijo hace una semana: “Sin duda, la zona en controversia es importante”.

Actualmente, el sector genera cerca de tres mil empleos. De ellos, 1.295 personas corresponden a pescadores artesanales, según el registro artesanal de Sernapesca. En este sector extractivo existen 220 embarcaciones que abastecen, principalmente, a la industria y al mercado local de la ciudad, y también exportan al sur de Perú. En el rubro industrial existen 836 trabajadores y opera con cerca de 50 barcos, que abastecen a ocho plantas elaboradoras: cuatro para consumo humano (conservas), dos para consumo animal y dos plantas elaboradoras de harina y aceite de pescado.

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