15 años de cárcel por violación para padrino de menor en Los Andes

La Fiscalía obtuvo una condena a 15 años y un día contra un sujeto que violó durante cuatro años a su ahijada, en Los Andes.

La pena fue impuesta a José C. H. (47 años), quien de acuerdo con la investigación del fiscal Alberto Gertosio, abusó de la hija de su empleador.

El ente persecutor sostuvo en el juicio que el sujeto ganó la confianza del grupo familiar al punto que se le pidió ser padrino de la niña, cuando esta tenía solo cinco años.

Con el tiempo y de acuerdo con los testimonios de los involucrados, el imputado se relacionó sentimentalmente con la menor, aprovechando también la disfuncionalidad familiar y el consecuente deterioro de los lazos afectivos parentales que sufrió la niña.

Fue así como se construyó un vínculo emocional que el tribunal de juicio oral en lo penal de Los Andes finalmente consideró como fundamento de una agravante de responsabilidad penal del delito de violación, “toda vez que efectivamente el acusado se prevalió de la situación más ventajosa que tenía, de dependencia en relación a la menor a quien tenía bajo su cuidado en diversas ocasiones en que procedió a ultrajarla”, declararon los jueces.

El tribunal también acogió la tesis de la Fiscalía y concluyó que “en forma previa a la comisión de los delitos reiterados de violación existió una etapa de seducción de la que se valió el acusado y que fue forjando paulatinamente mientras se acercaba a la menor, demostrándole cariño parental de especial atención que para la niña fue especialmente notorio, atendido el sentimiento de abandono emocional que sentía en relación a sus padres”.

Fue así como el padrino creó y se aprovechó de esta especial vinculación de confianza y dependencia emocional para persuadir a los padres de dejarla bajo su cuidado, pero con el tiempo la menor ni siquiera acompañaba a sus padres en paseos familiares porque era amenazada con cuchillo.

El acusado reconoció haber tenido relaciones sexuales con la menor al menos en dos ocasiones, pero cuando esta cursaba la enseñanza media, después del 2010.

Campos fue detenido tras un trabajo de inteligencia que permitió dar con su paradero, y durante la investigación guardó silencio respecto de las imputaciones en su contra.

Para aplicar la pena, el tribunal tomó en especial consideración que el acusado se valió de los problemas familiares “para acrecentar los sentimientos de abandono que tenía la niña pues la indisponía fuertemente con su familia, le hacía creer que nadie la quería como él, que no tenía a nadie más a quién recurrir y provocaba en ella sentimientos de mucha ira y frustración, generando mayor conflicto entre ella y sus padres de manera soslayada”.

Finalmente, el tribunal lo condenó por haber cometido el delito entre mediados del 2007 y hasta enero de 2011, desde que la menor tenía 11 años de edad.

También fue sentenciado a 10 años de sujeción a vigilancia, y a la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.

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